Cuestión de días, pero el problema de la CAM (Caja de Ahorros Mediterráneo) la peor de las cinco entidades españolas que suspendieron en los test de estrés realizados a la banca europea, tiene los días contados como entidad totalmente independiente.
El equipo de técnicos del Frob que entrará en la entidad, así como los consejeros estatales, ya esperan la orden de partida. Mientras tanto, la caja todavía confía en conseguir capital privado -aspira a colocar el 20%- pero el tiempo apremia y en el sector se prevé una inyección este mismo mes que aleja la posibilidad de conseguir inversores que reduzcan el peso del Estado en la caja.
La CAM cuenta con unos fondos propios de 2.384 millones de euros y necesita capital por 2.800 millones, cantidad que recibirá del FROB.