¿Es que nadie se va a ocupar en optimizar el gasto público?
Alfonso Pajuelo
Si el Tribunal de Cuentas nos alertaba de la mala gestión del rescate bancario que nos ha costado a los españoles casi 40.000 millones, hoy es la CNMC la que nos pone los pelos de punta a los contribuyentes al estimar en 48.000 millones los sobrecostes por la falta de competencia en los concursos públicos. En definitiva, otra consecuencia de la mala gestión. Cree el supervisor de la competencia tras una larga investigación que existen indicios como un reducido número de licitadores, incoherencia en las ofertas, similitudes injustificadas y otros patrones de comportamiento sospechoso. Falta por saber cuánto nos cuesta la mala gestión de compras por parte de las distintas administraciones, incapaces de agruparse en centrales de compras para optimizar los precios.
Hay un problema de financiación en las administraciones que ahora se plantea resolver la Conferencia de Presidentes. Dicho de otra manera, afrontar los ingresos. Pero nadie, digo nadie, parece preocupado por incidir sobre el gasto más allá de hacer o evitar recortes presupuestarios. La gestión del gasto es sumamente importante porque podría producir ahorros importantes inmediatos a las arcas públicas. Pero parece que ahí chocamos con las competencias autonómicas, defendidas a hierro y sangre en detrimento de una mejor gestión.