El mayor desplome correspondía a los bienes de equipo del hogar. En el periodo enero-mayo las ventas de electrodomésticos de línea blanca disminuyeron el 25,8% con relación al mismo periodo del año anterior en unidades, según datos de la asociación de fabricantes Anfel, debido en buena parte a la crisis del sector de la construcción.
En cuanto a las matriculaciones de automóviles, el nuevo plan 2000E de ayudas directas a las compras que entró en vigor en la segunda mitad de mayo empezó a hacer efecto y se frenó el descenso de las ventas de los coches menos contaminantes. De esta forma, las matriculaciones de turismos se redujeron el 38,7% en el conjunto del mes respecto a mayo de 2008, 4 puntos menos que la caída acumulada en los cinco primeros meses del año. Con el despegue del nuevo plan han mejorado las expectativas de ventas de turismos en los próximos meses. Por otro lado, también subió el índice de expectativas del comercio minorista en mayo.
Por otra parte, las ventas interiores en las grandes empresas moderaron ligeramente su caída en abril en términos interanuales. Esto fue debido a los bienes, porque las ventas de servicios flexionaron a la baja, con una reducción anual del 15,7%. En el frente exterior, las exportaciones de las grandes empresas también registraron una leve reducción del desplome, que se cifró en el 18,0% interanual en abril.
Por lo referente a la inversión, persiste la tendencia descendente, pero también hay algunos signos esperanzadores. Así, la producción de bienes de equipo cayó el 22,7% en abril en relación con doce meses antes, pero 7,7 puntos menos que en el primer trimestre. Por otro lado, la matriculación de vehículos industriales, duramente afectada por la crisis del transporte, bajó el 53,4% en mayo respecto a un año antes.
El otro gran componente de la inversión, la construcción, sigue ajustándose a la crisis inmobiliaria. El Ministerio de Vivienda publicó a mediados de junio un informe que cifraba en 613.512 las viviendas libres nuevas terminadas sin vender al final de 2008. Y las compraventas continúan deprimidas. En este contexto, un indicador avanzado como los visados de obra nueva de vivienda registró en el primer trimestre una reducción interanual del 64,1%. No obstante, el consumo de cemento en mayo moderó la caída con la ayuda del plan de obras públicas municipales impulsado por el Gobierno. Con todo, la licitación oficial flojeó en el primer trimestre de 2009. No obstante, el indicador de confianza en la construcción alcanzó la mejor cota de los últimos seis meses en mayo.
Desde el lado de la oferta, se constata la dureza de la crisis industrial, afectada por una fortísima contracción de la demanda, tanto interior como exterior. A ello se añaden factores estructurales de pérdida de competitividad acumulada en los últimos años. De este modo, la producción industrial siguió registrando fuertes descensos, si bien se aminoró el ritmo del desplome en abril. Las mayores caídas fueron anotadas por los bienes de consumo duradero y por los intermedios. El retroceso del 30,6% de las entradas de pedidos en la industria en el primer cuatrimestre en relación con el mismo periodo de 2008 presagia la persistencia de la debilidad industrial en los próximos meses. Con todo, en abril y mayo la confianza en el sector secundario repuntó ligeramente respecto al mínimo de marzo.
En cuanto al sector servicios, la cifra de negocios corregida de efecto calendario, bajó el 17,3% en abril con relación al mismo mes del año anterior. Sin embargo, este descenso fue ligeramente inferior al registrado en el primer cuatrimestre. Todos los subsectores anotaron caídas interanuales. Los menores descensos correspondieron a las tecnologías de la información y los mayores, al comercio.
En este entorno, el Gobierno revisó a la baja sus previsiones macroeconómicas para 2009-2012 proyectando una caída del producto interior bruto (PIB) del 3,6% en 2009 y del 0,3% en 2010. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anunció la revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento para la economía española, situándolas en descensos del 4,2% en 2009 y del 0,9% en 2010.
Por otra parte, a mediados de junio se aprobó un plan de ayuda para la renovación del parque de autobuses. Además, el Gobierno dio un impulso a la reforma estructural del sector servicios aprovechando la transposición de la correspondiente directiva comunitaria. El proyecto de ley aprobado por el Gobierno pretende dar un impulso a la competencia en el sector, eliminando rigideces burocráticas y liberalizando diversas actividades, y se estima un impacto positivo en el PIB del 1,2% y en la ocupación entre 150.000 y 200.000 empleos.