El desplome bursátil está suscitando un gran resquemor en los cuarteles generales de las principales entidades domésticas. La estrategia defensiva es clara: nuestro negocio es sólido y la culpa la tiene la banca de inversión extranjera y los hedge funds bajistas que, además, actúan en concierto. Los primeros emiten malas recomendaciones y sirven de plataforma para que los segundos operen en bolsa. Pero lo cierto es que sólo UBS es vendedor claro en Popular y Sabadell, mientras que bancos españoles y extranjeros se reparten las operaciones como buenos hermanos, según la web financiera Invertia.
Que los fondos bajistas son los dueños de la bolsa y que no existe inversor final es algo evidente que puede corroborar cualquier profesional de los mercados. Que el terreno está abonado para mayores caídas de la renta variable es también obvio, porque la economía es un desastre. Lo que quizá no está tan claro -añade Invertia- es la validez de una teoría que intenta instalarse en el imaginario colectivo del mercado: banca de inversión extranjera y fondos especulativos están compinchados para hacer caer a la banca española.