Se compran activos tóxicos como churros. El dinero poco menos que se regala. Tenemos subastas de liquidez a gusto del consumidor; a un día, a siete, a 90… pero ni con esas se arreglan los problemas de falta de crédito, cuando curiosamente, todas las dificultades provienen de un exceso de liquidez. Entonces ¿dónde está el problema? En que la masa monetaria no crece como debería crecer y si no crece no hay velocidad de circulación. El dinero en circulación crecía en septiembre -último dato conocido- al -4,14%. Y así no se puede.