Y todo sin caer en la cuenta de que hace unos meses la situación era aún peor. Las ventas fueron legión en una desbandada general, especie de vuelo hacia los refugios clásicos. Los valores más industriales y el sector bancario reunieron todos los alicientes para el castigo. Mientras, se intenta gestionar la calma.
Los inversores, mientras, siguen atentos a la evolución de declaraciones políticas, abundantes en exceso y que, destinadas a clarificar, consiguen el efecto contrario: exceso de información equivale a desinformación. Los mercados continúan identificando a las víctimas, economías con problemas, débiles, con males expectativas. Y aprietan contra la deuda, el flanco por donde hoy cualquiera es vulnerable. El dinero ya ha apostado por quedarse fuera, y el que estaba en situación de salida, también.
Los expertos señalan que ya no queda dinero blando en el mercado bursátil, y que por ello la Bolsa es más sólida y segura, con mayores posibilidades de ganancia a medio plazo. Sin embargo, no todos se lo creen y emprenden el vuelo hacia valores seguros, quizás el sector energético es uno de ellos. El resto, mejor dejar pasar el tiempo.
Los recortes son generalizados, no son privativos de España, donde el Selectivo se dejó en torno a un punto porcentual más que el resto de mercados principales de Europa, pero también menos que el italiano, hoy líder en pérdidas, con problemas para sus bancos, su prima de riesgo, bono a diez años… problemas. Así las cosas, los inversores miran hacia el franco suizo y al área del dólar, mientras esperan que la nueva temporada de resultados en EE UU, que comienza en las próximas horas, aporte alguna pista útil para medio plazo.
Repsol fue el único valor del mercado español, y puede decirse que del europeo, que consiguió salvarse de la quema, con avances mínimos, consecuencia de las mejores perspectivas de negocio, con los inversores más pendientes de la oferta de los socios chinos por la participación de la petrolera española en YPF, que del viaje del presidente Antonio Brufau a tierras argentinas. Se puede decir que el mercado comienza a dictar sentencia al descontar las previsibles decisiones del Gobierno de Buenos Aires, sin duda, negativas para los intereses de la petrolera española. Red Eléctrica y Enagas se beneficiaron de su posición en el mercado, muy protegidas por los precios oficiales.
En el extremo opuesto, Banco Santander, BBVA, Bankinter, Popular y Sabadell se apuntaron los mayores recortes del sector bancario, aunque las pérdidas más voluminosas fueron para OHL, Acerinox, Arcelor, Indra y Técnicas Reunidas. Pérdidas para Telefónica e Iberdrola así como para Caixabank y Bankia.
Las bolsas del resto de Europa cerraron con pérdidas. Hundimiento de la bolsa italiana donde los bancos Unicredito e Intesa se dejaron siete puntos porcentuales, algo menos se dejó la banca francesa, en tanto que los valores alemanes industriales se vieron favorecidos por los buenos resultados de la balanza comercial en superavit.
En el mercado de divisas, la moneda europea había iniciado la sesión en 1,31 unidades frente al dólar para finalizar en torno a las 1,307 dólares, ligero recorte en línea con la rebaja del euribor, hoy cuatro milésimas abajo y por primera vez marcando el 1,398%. Las commodities, a pesar de la tensión política alrededor del mercado de suministro de petróleo, marcaron un retroceso de 1,32% hasta los 120 dólares por barril de Brent. La onza de oro estuvo plana a lo largo de la jornada en 1.643,8 dólares.
Por su parte, la prima de riesgo finalizada la jornada bursátil marcaba los 433,8 puntos básicos, un 8% arriba en la jornada y un 32% en el año. El bono a diez años se quedaba a las puertas del 6% con un avance del 4% en el día.